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Puede parecer un elemento sencillo, pero resulta uno de los dispositivos más importantes en la seguridad de nuestro vehículo; actualmente se encuentra implementado en la mayoría de coches modernos evitando distracciones durante la conducción, ya que podemos controlar todas las ventanillas desde la posición del conductor.
Además, frente a los clásicos elevalunas mecánicos, reduce considerablemente el riesgo de olvidarnos de subir la ventanilla al descender del vehículo, permite bloquear los cristales cuando hay niños a bordo y aumenta la seguridad del mismo cuando no estamos en él. Por ello, es importante revisar y mantener siempre a punto el alzavidrios y así ahorrarnos sorpresas desagradables ante un fallo inesperado.
Cuándo cambiar el elevalunas
La vida de un elevalunas eléctrico depende principalmente de la cantidad de uso que le hayamos dado; cuántos más años tenga nuestro vehículo, más probabilidades tenemos que pueda fallar.
Cuando esto vaya a ocurrir, las pistas que encontraremos pueden ser desde ruidos extraños al subir o bajar los cristales hasta alteraciones en su movimiento. Estos factores o cualquier otro comportamiento irregular nos indican que debemos hacer una revisión del mecanismo, ya que puede estar cerca de romperse.
Para ello, es conveniente acceder a la estructura del elevalunas eléctrico (desmontando la tapicería del coche) y comprobar su estado.
Si definitivamente la ventanilla no responde, orientándonos por el sonido que percibimos al pulsar el interruptor, podemos saber si estamos ante un problema del motor (si al accionarlo no escuchamos nada) o simplemente del mecanismo que lo une al cristal (si escuchamos el motor).
Tanto para revisar como para reparar o sustituir el sistema o alguno de los elementos primero tenemos que acceder a él. Esto puede conseguirse de dos formas: quitando el pulsador o desmontando el panel de la puerta.
La primera opción, simplemente nos permite acceder a los contactos eléctricos que unen el pulsador al mecanismo. Es importante comprobar esto, ya que es posible que no haya nada roto y la suciedad esté haciendo fallar la ventanilla.
Para quitar el pulsador, que normalmente se encuentra acoplado en la puerta, cogemos un destornillador y ejercemos un poco de presión para hacer palanca y desencajarlo. Una vez conseguido esto y con mucho cuidado intentamos limpiarlo, y volver a colocarlo después de comprobar que ha vuelto a su funcionamiento habitual.
Si no se trata de esto, entonces procederemos a despanelar la puerta para acceder al mecanismo, ya sea para subir la ventanilla provisionalmente, en caso de que se haya quedado abajo, para comprobar qué le ocurre al elevalunas eléctrico o para sustituir el elemento defectuoso.
En ambas opciones y ya sea nuestra intención solucionar la avería o hacer una revisión, es de importancia crucial llevar mucho cuidado a la hora de manipular el coche y prestar especial atención a todas las piezas que retiremos, ya que la pérdida o rotura de una de ellas puede suponer un agravante al problema inicial.
La sustitución y reparación ya sea del mecanismo o motor del elevalunas eléctrico, no es un proceso especialmente complejo. Pero si no conoces exactamente cómo hacerlo, te recomendamos que dejes la reparación en manos de un experto.
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