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Los neumáticos del coche son una cubiertas de caucho que se colocan en las ruedas cuyo objetivo principal es mejorar la adherencia, fricción, arranque y frenado del coche con el pavimento.
Como podemos observar en la definición anterior, el neumático influye prácticamente en todos los aspectos de la conducción, es por esto que es imprescindible realizar un seguimiento exhaustivo de los neumáticos de nuestro coche.
Otro punto para el cual esta pieza es primordial es la seguridad; con unos buenos neumáticos podemos confiar en una conducción segura pero algunas afecciones como el desgaste, la falta de presión, el neumático desdibujado, etc afectan directamente a nuestra seguridad al volante.
Estas irregularidades pueden detectarse fácilmente si estamos habituados a realizar chequeos periódicos del estado de nuestro vehículo, en concreto las ruedas y los principales elementos de seguridad.
La seguridad y los neumáticos
Para comprobar el estado de los neumáticos podemos observar diferentes items: la profundidad del rallado (que debe ser superior a los 1,6mm según los expertos), la presión que tienen los neumáticos, las diferentes roturas y golpes que pueden existir, si la pieza en cuestión está demasiado desgastada…
Todos estos indicios de que algo está fallando en los neumáticos de nuestro coche, que corresponden a un examen más visual, pueden complementarse con las percepciones que tengamos una vez al volante: escuchar los ruidos, la respuesta a baches y obstáculos, el comportamiento en los giros, el acuaplanning, etc.
En definitiva, cualquiera de las irregularidades que detectemos ha de ser suficiente para profundizar un poco más en el estado de las ruedas del coche por nuestra seguridad y la de nuestros compañeros en la calzada.
Si observamos que definitivamente tenemos que prescindir de los neumáticos viejos y que no existe ninguna posibilidad de reparación, tendremos que sustituir el neumático por uno nuevo: este puede ser uno que adquiramos o, si estamos en una situación extrema, la pieza de sustitución obligatoria.
Tipos de ruedas de repuesto
Existen dos posibles ruedas de repuesto, las normales y las de galleta. La posesión de una u otra dependerá, en primer lugar del uso que tenga el vehículo, es decir, si no es la primera vez que tenemos problemas con el neumático ya habremos utilizado la rueda de repuesto que viene de fábrica, y la pieza de repuesto que la sustituya será decisión nuestra.
Una vez que hemos desechado y sustituido la rueda vieja por la nueva, tenemos que volver a reponer la pieza de repuesto: disponer de la misma es obligatorio y una precaución imprescindible en términos de seguridad.
Las piezas de repuesto que elijamos dependen de nuestras necesidades, si nuestros trayectos son cortos, periódicos y repetitivos podemos adquirir una rueda de juguete o galleta, con la que reduciremos costes y peso, y que simplemente nos servirá para desplazarnos hasta el taller.
Si por el contrario nuestros viajes en el coche son más largos es recomendable disponer de una rueda idéntica a la de nuestro coche ya que si alguna vez tenemos un problema en la carretera con el neumático, simplemente habrá que sustituir la rueda y continuar el camino.
En todo caso, es muy importante prestar atención al estado de los neumáticos de nuestro coche, y disponer de las ruedas de repuesto adecuadas para nuestras necesidades. Para adquirir piezas de repuesto y otros elementos siempre puedes visitar un desguace online como Desguace París, y escoger tus productos cómodamente desde el ordenador.
