Chatarra de vehículos en desuso, ¿dónde va a parar?

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Solamente en España, cada año van al desguace más de un millón de vehículos que producen una media de 800 kg. en chatarras por cada coche en desuso, lo cual pueda dar una ligera idea de la sobrecogedora cantidad de residuos que genera un solo coche.

A esta cantidad se le debe añadir aproximadamente un millón de toneladas en repuestos y piezas. Según la normativa vigente, tanto nacional como europea, este tipo de residuos o chatarras son considerados peligrosos, por lo que deben ser destruidos de manera correcta y adecuada para evitar que se generen lo que antiguamente eran conocidos como los cementerios de coches.

Regulación de las chatarras que producen los coches

El Real Decreto 1383/2002 regula la gestión de vehículos al final de su vida útil, ley que tiene como principal finalidad disminuir la afectación negativa del medio ambiente. Esta ley pretende abarcar el problema desde tres frentes posibles:

  • Usuarios: La ley exige que los propietarios de vehículos viejos, antiguos, siniestrados o en desuso los depositen en centros que estén autorizados para que se pueda proceder a su reciclaje y descontaminación.
  • Fabricantes: La ley exige a los fabricantes limitar el uso de aquellas sustancias que puedan ser peligrosas durante la fabricación de los vehículos. Además, también se deben encargar de facilitar el reciclaje así como el desmontaje de éstos.
  • Desguaces: La ley expone que  los cementerios de coches deben ser convertidos en instalaciones modernas y sofisticadas que se encarguen de reciclar y recuperar el mayor número de piezas de recambio posibles en buen estado de cada vehículo, para que el resto sea desechado como chatarras.

Destacar que los plásticos, los vidrios, los metales y los neumáticos que se obtienen de un vehículo son prácticamente reciclables en un 100%, y resultan muy útiles para llevar a cabo la fabricación de nuevas piezas o componentes.

¿Dónde va a parar la chatarra obtenida de los vehículos?

Una vez un vehículo llega al centro de reciclado y se ha realizado la comprobación de que el vehículo se ha dado de baja correctamente, se debe proceder a su descontaminación. Este proceso implica la retirada de líquidos (gasolina, aceite, anticongelante), así como de otros elementos de alta peligrosidad (neumáticos y baterías) para el entorno natural.

Posteriormente se procede al desmontaje de todos aquellos componentes que se puedan reutilizar (retrovisores, motor, paragolpes, etc.) y se almacenan. Muchas son las personas, ya sean particulares o profesionales, que compran aquella pieza o piezas de repuesto que precisan para un vehículo determinado.

Los restos se prensan creando bloques de chatarras para disminuir considerablemente su tamaño y dimensiones, creando un pequeño bloqueprensado.Estos bloques de chatarras prensados se llevan hasta una fragmentadora, donde se encargan de triturar y separar los metales. Los metales se funden para crear nuevos materiales o piezas, mientras que el resto va a parar a vertederos que están perfectamente controlados.