Aprende a conducir un coche automático

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Uno de los grandes miedos de los conductores hoy en día es enfrentarse por primera vez a un coche automático. Imagina que tienes un viaje de trabajo, la empresa te pone un vehículo a tu disposición para que puedas desplazarte sin problema pero…¡es automático! 😱

Tranquilo, hoy vamos a darte una lección magistral para que aprendas a conducir un automático sin problemas. ¡Arrancamos!

Más sencillo que un manual

La principal ventaja del control automático frente al manual es la sencillez. Puedes irte olvidando de pisar el embrague para cada cambio de marcha. De hecho, no tiene embrague. Esto es una gran ventaja, ya que solo tenemos que centrarnos en pisar el pedal de aceleración o el freno según corresponda. Pero ojo, un error habitual de principiantes es frenar al pisar el freno por error (ahora es el pedal más situado a la izquierda). Lo mejor es que tu pie izquierdo se relaje y utilices solo el derecho. Te vas a acostumbrar en seguida.

En cuanto a la palanca de cambios, aquí si hay cambios que debes aprender. Por lo general todos los coches automáticos cuentan con la misma distribución de 4 marchas, aunque puedes encontrarte con alguna leve variación entre modelos. Estas son:

  • P o Parking: En algunos modelos puedes encontrarte con que tienes que pulsar un botón o pisar el pedal de freno para poner en marcha el coche.
  • N o Neutral: Esta es la marcha equivalente al punto muerto.
  • D o Drive: Esta es la posición de conducción. Los modelos más modernos diferencian entre distintos modos de conducción, como la deportiva (S) o una especial para superficies con baja adherencia (W).
  • R o Reverse: La marcha atrás.

Algunos consejillos para conducir un coche automático

Una vez controlas los pedales y las marchas hay algunas cuestiones que necesitas tener en cuenta. La primera y fundamental es que tu coche ahora es, como su propio nombre indica, automático. Sin llegar a ser el coche fantástico de la serie, pero será él el que decida qué marcha es la que más le conviene en cada momento según le pises al acelerador.

Otra cuestión importante son los cambios de posición. Vamos a ver como debes manejar tu coche en algunos casos concretos:

En parado

Para cambiar de P a D o de D a R el vehículo debe estar siempre parado. Es decir, que para pasar de estar estacionado a en marcha, o a la hora de dar marcha atrás, debes partir siempre desde posición de parada.

Si necesitas que tu coche sea remolcado ten la precaución de hacerlo siempre con el coche en N o punto muerto. De este modo le ahorrarás sufrimiento a la transmisión. Esto también sirve, por ejemplo, cuando laves tu coche en un túnel de lavado.

En marcha

Siempre que puedas, es preferible que sea el freno motor el que se encargue de frenar el vehículo. Si te encuentras en una zona de bajada, de esas donde ganar velocidad es fácil, es conveniente que, si puedes, utilices el modo de conducción deportiva (S). Si notas que el coche coge demasiada velocidad siempre puedes ir pisando el freno un poco para controlar.

Revisión

Los cambios automáticos usan un tipo de lubricante especial y tienen más componentes electrónicos. Por eso, no dejes de llevar al día las revisiones periódicas de tu coche. Por muy automático que sea, no deja de necesitar su cuidado y mantenimiento.

Vas a acostumbrarte rápido a conducir un coche automático

Evidentemente, como con casi todo, necesitarás tu proceso de adaptación. Pero ya verás como te acostumbras muy rápido, ya que la conducción es mucho más cómoda y podrás estar más atento a la carretera.

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Ahora solo queda probarlo y que nos cuentes qué tal ha ido. 😉